Consumo de drogas ilícitas
El consumo de drogas ilícitas entre adolescentes ha seguido en aumento, en gran parte debido a la creciente popularidad de la marihuana. El consumo de marihuana entre adolescentes disminuyó desde los últimos años de la década de los noventa hasta mediados a finales de la década del 2000, pero ha ido en aumento desde entonces. En el 2012, el 6.5 por ciento de los estudiantes de 8o grado, el 17.0 por ciento de los estudiantes de 10o grado y el 22.9 por ciento de los estudiantes de 12o grado habían usado marihuana en el mes anterior a la encuesta, lo que representa un aumento en comparación con el 14.2 por ciento de los estudiantes de 10ogrado y el 18.8 por ciento de los estudiantes de 12o grado en el 2007. El consumo diario también ha aumentado; ahora, el 6.5 por ciento de los estudiantes de 12o grado fuma marihuana todos los días, en comparación con el 5.1 por ciento en el 2007.
El aumento en el consumo de la marihuana refleja un cambio en las percepciones y las actitudes. Históricamente, al disminuir la percepción de los riesgos, aumenta el consumo y viceversa (Vea el cuadro). Los jóvenes muestran una disminución en la percepción de que la marihuana es peligrosa. La creciente percepción de que la marihuana es una droga segura puede deberse a los recientes debates públicos sobre el uso medicinal de la marihuana y la legalización de la marihuana.
La marihuana sintética es una preocupación nueva e importante. También conocida como Spice o K2, la marihuana sintética se refiere a una variedad de mezclas de hierbas con cannabinoides sintéticos (sustancias químicas que actúan sobre el cerebro de manera similar al THC, el principal ingrediente activo de la marihuana). Estas mezclas se podían obtener legalmente hasta hace poco y todavía se cree erróneamente que son una alternativa segura a la marihuana. En el 2011 se añadieron preguntas sobre la marihuana sintética a la encuesta del MTF. En ese año, el 11.4 por ciento de los estudiantes de 12o grado, es decir, uno de cada nueve, reportaron haber consumido marihuana sintética en el año anterior a la encuesta. Este año, el 4.4 por ciento de los estudiantes del 8o grado, el 8.8 por ciento de los estudiantes del 10o grado y el 11.3 por ciento de los estudiantes del 12o grado informaron haberla consumido en el año anterior a la encuesta.
El uso no médico de medicamentos con y sin prescripción médica sigue siendo parte del problema de las drogas entre los adolescentes. En el 2012, el 14.8 por ciento de los estudiantes del último año de la secundaria informaron haber usado un medicamento de prescripción por causas no médicas en el año anterior a la encuesta. Los datos para los fármacos específicos muestran que los medicamentos de prescripción que más abusan los adolescentes son el estimulante Adderall y el analgésico Vicodina (Vea la tabla).
Las tendencias positivas en los últimos años incluyen una disminución en el uso de inhalantes y un menor consumo de cocaína. El uso de inhalantes en el año previo a la encuesta por los adolescentes más jóvenes disminuyó significativamente entre el 2007 y el 2012, del 8.3 por ciento de los estudiantes de 8o grado y el 6.6 por ciento de los estudiantes de 10o grado al 6.2 por ciento y 4.1 por ciento, respectivamente. El consumo de cocaína en el año previo a la encuesta por los estudiantes de 12o grado disminuyó del 5.2 por ciento en el 2007 al 2.7 por ciento en el 2012. Otras drogas como la heroína, la metanfetamina y los alucinógenos se han mantenido bastante estables.
Se está viendo una disminución significativa en el consumo de éxtasis (MDMA) entre los adolescentes. En la categoría de “uso en el año previo a la encuesta”, el consumo de éxtasis disminuyó del 5.3 por ciento en el 2011 al 3.8 por ciento en el 2012 entre los estudiantes de 12o grado.
Entre los estudiantes de 10o y 8o grado, el porcentaje bajo del 4.5 al 3.0 por ciento y del 1.7 al 1.1 por ciento, respectivamente.
Opinión personal:Los adolescente utilizan las drogas como un método para escapar de los problemas por la presión social, o por la falta de atención de los padres. se debe de concientizar a los adolescente de los riesgos que trae consumirlas.